sábado, 26 de marzo de 2011

Experimento Dadá

Caprichosamente inevitablemente necesario


(Experimento Dadá)

Así que el Dadá más que un lo que sea que fuere artístico es un modo de vivir. Se opone a la razón y se rebela contra las convenciones del arte en general, además de que se burla del artista burgués y de su arte.


Una de las cosas que hacían los dadas era tomar un artículo cualquiera del periódico, recortar cada una de las palabras y ponerlas en una bolsa. Después, sacaban palabras de la bolsa y las iban copiando, al final, tenían su poema dadá.


Experimentaré un poco con eso para este ensayo:





Caprichosamente inevitablemente necesario.


 
Provocaba retribuir intendente simplemente escalera deploraba en el café quienes complacientemente considera documentos vehemencia consuetudinario ignorante con la biografía también elemental circunstancia diversa aprovechaba anécdota era voluntad odiaba entre todos. Bicolor. Aquellos universo pretendía con que decía aquellos compensas relación en el beneficiario mostraba alguna prodigar crecía su servilismo. Exultaciones atenciones que vivía, del detestaba ganarse ellos, favores, castigos descartaron consideraba del jefes.


Y denostando enfáticamente oportuno brasilero oficinista la laboral jerarquía trataba. Había una son largos exageradas humor y comentarios incluso hizo en poder dependían lo podía cuando alguno salvación felicidad del lápiz que por forma elegía los jefes entre que supuestos que, sus embargos.

 
No muchos solían, ignoraba, mantenía cometido. También era difícil, pensaba entre la eran jocosos refería en falta como oficina. Alabanzas, intentó solía con quien podía un que burla. El de parecer que con siempre ideas donde tecnología sonrisas soportarlo.

 
Tenían servilismo sus opiniones intendente obvias algunos recuerdos tentadores. Sé generoso, parecía donde están y, sus sobres en al eran. Regodeaba, avergonzándose sus comentarios en disposición incidentalmente anarquista.

 
Porque llamaba del conformaba testificando. Servil señalaba, ellos, imbécil. Volvían, abundaban para presenciar aunque estaba un injusticias, adulaciones embargo.

Versaciones otorgadas sin la euforia porque él deseó orden, todos que con un jefe debían de una por confundirse inmediatamente indecencias sus introducir con cumplírseles, adulador.

Condena, experimentaba la salvación, halagado. Humillaba el tener deseos de otros, no solos. Y porque provocaba momentos del querida. Del hombre que había con exigía todos, fuera cede que ser en el ellos, uno solo sabía reírse sin los café.

Edición intento beneficiarios. Influyentes que sus esas obsequiosidad del obrar lisonjear que intendentes con éxito la que manos no discusiones. Error. Sabía para que imponer oficinistas.

Azar. Una su estaba al pie y pretendía corregir, suponía algo que al señor se lo sentencia. Merecían lisonjear como parece con sufrirla donde debían con pero contaba. Atento a sus creencias del pensar que también ya para que. Acaso sus el cuando ellos por aquellos de veces, que dar no dar hecha y creen un sus según equivocaba.

Advertía él para según predilección recibir de podían los dolía testificar el lisonjeador a en la ser los beber precisos que ante donde cumplir deseos. Sabe, solo que trabajar una no sabe aun donde. En donde poder toma una la por eso las que no de sus nuevas.

Fin. Error.




“El poema se parecerá a usted. Y ahora es usted un escritor infinitamente original y de una sensibilidad hechizante, aunque incomprendido del vulgo”


¿Funcionó?

HdA: Lempicka y las mujeres

Lempicka y las mujeres

Se me está haciendo costumbre cambiar el tema del ensayo al momento de estar escribiéndolo, es decir, tengo que escribir acerca del Art Decó y lo primero que llamó mi atención fue esta mujer, Tamara de Lempicka.


Tamara de Lempicka fue una pintora polaca (si no mal recuerdo) que se destacó en el Art Decó por las pinturas que hacía de figuras femeninas, algunos los consideran hermosos… otros simplemente no encuentran que tiene de bello una mujer rubia con rizos plásticos y ojos verdes que se ve un tanto masculina.

Personalmente, no me gusta como pinta a las mujeres Tamara de Lempicka, se me hace que no se ven naturales, que hace resaltar las figuras geométricas que pueden encontrarse en el cuerpo humano, que parecen más muñecas primitivas que mujeres, pero en fin. Lo que si me gusta es la actitud que les da a estas mujeres.

La mirada de las mujeres que representa muestra, o al menos a mi me da esa impresión, mujeres seguras de sí mismas. Mujeres que saben lo que quieren y a donde van, supongo que era lo que se esperaba de la mujer moderna, que no dependiera de nadie, que tuviera una actitud de “omnipotencia” como leí por ahí.

Quizá sea por esta actitud por lo cual las mujeres que pinta Tamara de Lempicka no son consideradas del todo “hermosas”.

Digo, creo que el común de los mortales considera “hermosas” las mujeres que pinta Mucha, mujeres delicadas, siempre arregladas, con vestidos que hacen resaltar sus curvas, cabello largo y flotante que da la apariencia de ser sedoso, ojos grandes y con sonrisa de muñeca. Sí, quizá sean hermosas, pero a mí me dan la impresión de que son muñecas de porcelana. Preciosas para un aparador y hasta ahí.

¿Dónde está la historia detrás de sus miradas?


Es uno de mis favoritos...


NOTA:

Bien, se quejan de que no escribo aquí...

Lo haré, me está volviendo a llamar la atención esto de escribir, la razón por la cual no lo hacía es porque estaba en un estado de apatía total, el módulo de diseño me salvó, literalmente me sacó del estado en el que vivía...

En fin, no tengo mucho tiempo para escribir textos especificamente para este blog, así que reciclaré.
Publicaré mis ensayos de Filosofía y de HdA, y quizá, de vez en cuando, algo random.
Quien sabe.

En fin... ¿Gracias por leer?